Aproximadamente 4 mil millones de dólares estadounidenses actuales. Por lo menos esa es la cantidad que investigaciones recientes arrojan como verdadera. El salario mensual del Führer era de apenas 1,500 marcos alemanes (unos 5,500 dólares en la actualidad) ¿Entonces, cómo amasó tanto dinero?





Ilustración por Noma Bar


Hitler tenía una diversidad de fuentes de ingreso que iban desde los derechos autorales por su libro y hasta los cheques que recibía por sus fuertes discursos. Unas horas antes de cometer suicidio, el dictador elaboró un testamento señalando a los herederos de su patrimonio, pero sin explicar la cantidad de dinero que poseía.





Tras tres años de investigación después del fin de la Segunda Guerra Mundial, los países aliados dedujeron que Hitler había dejado una fortuna en torno a los 200 mil marcos alemanes (unos 730 millones de dólares en la actualidad). Fue hasta décadas después que se descubrió que el valor real ascendía hasta casi seis veces esa cantidad.





En aquella Europa devastada por la guerra, probablemente Hitler era el hombre más rico del continente. Hoy, sin embargo, se remitiría hasta la posición 325º en la lista vigente que hace la revista Forbes cada año.

Dinero manchado de sangre.

El Führer exigía un cheque por cada discurso que pronunciaba. En aquella época, también le cobraba al Partido Nazi (que él mismo había fundado) derechos de autor por la utilización de sus fotografías.






Desde 1923 su fotógrafo exclusivo, Heinrich Hoffmann, fundó una agencia para administrar las imágenes de su cliente. Hitler declaró que abandonó la cárcel, en 1924, sin un solo peso en la bolsa – pero el dinero estaba oculto.





Tras su llegada al poder, en 1933, el comandante tomó la decisión de donar su libro Mein Kampf (Mi lucha, en español) a todos los recién casados. El gobierno, entonces, tenía que pagar para adquirir las obras y distribuirlas. Esta fue la artimaña que hizo millonario al dictador. Hitler llegó a ganar hasta 1 millón de marcos al año tan solo en derechos – y no pagaba ni un solo centavo de impuestos. Hasta 1945, se donaron más de 10 millones de ejemplares.





Además, los fervientes admiradores de Hitler, en sus testamentos, dejaban bienes y dinero al líder. Otras personas simplemente le hacían donaciones por estar de acuerdo con su ideología, como la hija del compositor Richard Wagner, Winifred Wagner. Pero, incluso entre los empresarios que no admiraban al dictador, pocos escaparon de darle dinero.
Hitler tenía tres propiedades bien conocidas: un departamento en Múnich, una villa en la misma ciudad y una mansión en los Alpes austríacos, conocida como Berghof, básicamente era un palacio de 13 habitaciones tapizado de pinturas, esculturas y tapices tomados de museos de todo el mundo durante los ataques nazis.
Berghof
El testamento debía ser ejecutado por Martin Bormann, que murió dos días después que Hitler, avivando aún más el misterio. Las obras de arte se retornaron a los museos y los propietarios originales y los inmuebles se los repartieron entre estadounidenses, ingleses y rusos.

¿A dónde fue a parar la fortuna de Hitler?
Todavía en 1945, se descubrió que Hitler tenía dos testamentos. El primero, de 1938, estimaba la distribución de bienes calculados en 1.7 mil millones de euros actuales. El segundo, del 29 de abril de 1945 (un día antes de morir), preveía un pago vitalicio de dinero a su hermana, dos medios hermanos, a su ama de llaves y a la madre de Eva Braun.

Los aliados se gastaron tres largos años rastrando los bienes de los principales líderes nazis. En 1948, hicieron público que la fortuna estimada de Hitler era de 200 mil francos alemanes. Ambos testamentos apuntaban a la existencia de más dinero del que se había descubierto – ¿pero dónde estaba?





En los años posteriores a la guerra, Paula Hitler, la única hermana con vida de Adolfo, entabló una lucha para tener acceso a los bienes.







Artículo del periódico Examiner informando de la fortuna de Hitler en Argentina (National Library of Australia …Durante los años del Tercer Reich de sobras fueron conocidos numerosos casos en los que se descubrió el envío de grandes cantidades de dinero hacia varios países de Sudamérica con el propósito de financiar los diferentes grupos nazis que iban surgiendo fuera de las fronteras germanas. Argentina fue uno de esos destinos y así se daba a conocer en un artículo publicado en el periódico Examiner el 18 de agosto de 1941 (como muestra la imagen adjunta a la derecha).





Finalmente su causa venció en 1960 y ganó el derecho a recibir dos tercios del patrimonio de su hermano, pero murió cuatro meses después sin recibir absolutamente nada, pues nadie supo decir donde había ido a parar ese dinero. Ningún otro familiar del dictador se manifestó al respecto.





En 2005, el investigador Chris Whetton publicó su libro Hitler’s Fortune, donde estimó la fortuna del dictador en 3.5 mil millones de euros (valor actual). Los historiadores dedicados a la Alemania nazi respaldaron el estudio.






El problema era localizar el dinero. Siempre se sospechó que Hitler tenía cuentas secretas en Suiza.
En 2013, el gobierno suizo aprobó una ley que le permitía quedarse con el dinero de cuentas que no habían tenido movimiento desde hacía 62 años – para algunos, una clara maniobra para, por fin, embolsarse de lleno el dinero de los nazis.









Desde entonces, el contador norteamericano Kenneth Yormark lucha para encontrar la misteriosa fortuna y donarla a las víctimas del nazismo.





Pero el desvío de dinero hacia otros países para sufragar a los nazis internacionales nada tenía que ver con la fortuna secreta de Hitler, la cual se calcula que ascendía a más de mil millones de reichsmarks, la moneda oficial de Alemania en aquel tiempo, y que al cambio actual superaría los 4,5 mil millones de euros.

Parte de la información referente a las finanzas secretas de Hitler la ha facilitado al documental de Channel 5 Herman Rothman, un judío alemán que trabajó para la inteligencia británica durante la Segunda Guerra Mundial.



Rothman huyó de Alemania rumbo al Reino Unido en 1939 a la edad de 14 años, allí se unió voluntariamente al ejército británico, siendo uno de los encargados en interrogar a un buen puñado de presos nazis tras finalizar la IIGM.





En el documental ‘The Hunt For Hitler’s Missing Millions ‘ explica cómo en 1945 interceptaron a un hombre vestido de paisano que salió corriendo del bunker en el que se habían quitado la vida Adolf Hitler y Eva Braun.






Se trataba de Heinz Lorenz, el secretario adjunto del dictador, quien portaba escondido en su traje un documento de siete páginas con el testamento y las últimas voluntades del Führer, donde se explicaba por qué los judíos habían sido los culpables y causantes del estallido de la guerra y también daba algunos detalles sobre la inmensa fortuna que amasó y escondió a lo largo de una década y media; un misterio que el programa de televisión trata de indagar y resolver cuál fue el paradero final de los millones desaparecidos de Hitler.








Nota: los cálculos de euros a dólares estadounidenses se hicieron con base en el cambio de divisas de la fecha 18/01/2015

Referencias: Hitler’s Will, de Herman Rothman, documental The Hunt for Hitler’s Missing Millions, Hitler’s Fortune de Chris Whetton.