Se
trata de una especie de invertebrados que es muy similar a una
gelatina, de ahí que tantas personas ignoren su presencia en el agua. A
menudo es confundido con una medusa, pero no está directamente
relacionado con este animal. Es una especie monotípica de hidrozoo
sifonóforo, de la familia Physaliidae, es conocida con otros nombres
como agua mala, botella azul o falsa medusa.
La parte principal del cuerpo de la fragata portuguesa luce como anteriormente dicho una especie de masa gelatinosa. Eso es lo que a menudo puede observarse por encima de la superficie del agua. Tiene un diseño en forma de vela que le permite mantenerse a flote fácilmente. Debajo de la superficie quedan líneas onduladas de un tono azul claro, estas no son más que los tentáculos, lugar donde almacena el veneno.
Lo peligroso de esta especie es que dispara una toxina altamente venenosa, capaz de paralizar un pez grande y afectar de diversas maneras al ser humano. Además, el veneno de una picadura, además de ser dolorosa, ocasiona daños en el sistema nervioso, quemaduras extremas en la piel y hasta paros cardíacos.
La fragata portuguesa no tiene forma de controlar su cuerpo en el agua. Es completamente dependiente de la corriente, el viento o la ocurrencia de desastres naturales para lograr determinados movimientos, ósea que si te contagia el veneno, no puedes culparla por sus acciones.
En su recorrido toma las oportunidades que se le presentan para alimentarse. Pueden ser peces pequeños, plancton y crustáceos. En este proceso el veneno es determinante pues les facilita paralizar a sus presas y evitar que se escapen.
La parte principal del cuerpo de la fragata portuguesa luce como anteriormente dicho una especie de masa gelatinosa. Eso es lo que a menudo puede observarse por encima de la superficie del agua. Tiene un diseño en forma de vela que le permite mantenerse a flote fácilmente. Debajo de la superficie quedan líneas onduladas de un tono azul claro, estas no son más que los tentáculos, lugar donde almacena el veneno.
Lo peligroso de esta especie es que dispara una toxina altamente venenosa, capaz de paralizar un pez grande y afectar de diversas maneras al ser humano. Además, el veneno de una picadura, además de ser dolorosa, ocasiona daños en el sistema nervioso, quemaduras extremas en la piel y hasta paros cardíacos.
La fragata portuguesa no tiene forma de controlar su cuerpo en el agua. Es completamente dependiente de la corriente, el viento o la ocurrencia de desastres naturales para lograr determinados movimientos, ósea que si te contagia el veneno, no puedes culparla por sus acciones.
En su recorrido toma las oportunidades que se le presentan para alimentarse. Pueden ser peces pequeños, plancton y crustáceos. En este proceso el veneno es determinante pues les facilita paralizar a sus presas y evitar que se escapen.
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