Operan con éxito a una paciente de esquizofrenia colocando electrodos en el cerebro
El 80% del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario. (FLICKR/Elli Ktrizitat)
La paciente fue diagnosticada de esquizofrenia hace 20 años y era resistente a los tratamientos, por lo que se habían agotado todas las medidas terapéuticas.
Fue operada en diciembre en el Hospital de Sant Pau de Barcelona, centro en el que han intervenido desde entonces a dos pacientes más.
La técnica implanta una serie de electrodos en el cerebro que emiten leves descargas, similares a los que se colocan en los pacientes de Parkinson.
El Hospital de Sant Pau de Barcelona ha intervenido con éxito a una paciente con esquizofrenia mediante la estimulación cerebral profunda (ECP), que consiste en la colocación en el cerebro de dos electrodos que emiten leves descargas con las que han remitido el 35% de los síntomas.
La paciente, que reside en Girona, de la que no se ha revelado el nombre y que fue diagnosticada de esquizofrenia hace 20 años, presentaba "delirios y alucinaciones auditivas" y presentaba una "resistencia a los tratamientos", por lo que "se habían agotado todas las medidas terapéuticas", ha explicado hoy la médico adjunto del Servicio de Psiquiatría de Sant Pau, Iluminada Corripio.
La esquizofrenia afecta a 400.000 personas en España y no tiene curaLa intervención, que se llevó a cabo el pasado mes de diciembre de 2014, consistió en la implantación de dos electrodos en el cerebro que emiten una serie de leves descargas en lapsos de tiempo adecuados a cada paciente, similares a los que se colocan desde hace quince años en pacientes de Parkinson.
Dos meses después de la intervención, los denominados 'síntomas positivos' —aquellos que son más llamativos, como los delirios y las alucinaciones— desaparecieron casi por completo y ahora el equipo médico se está centrando en disminuir 'los síntomas negativos', en su mayoría psicológicos, que conlleva la enfermedad, como el aislamiento del paciente y los hábitos de vida poco saludables, con el fin de normalizar su estilo de vida lo máximo posible.
Desde diciembre, el equipo de Sant Pau ha intervenido a otros dos pacientes, de cuyo estado la responsable del Servicio de Psiquiatría del centro no ha querido ofrecer detalles, ya que considera que es demasiado pronto para evaluar su mejoría.
Estos tres casos forman parte del proyecto piloto para tratar la esquizofrenia refractaria (que se resiste a los tratamientos convencionales y se da en el 30% de los casos), que está realizando el grupo de investigación de Psiquiatría de Sant Pau y la Fundación para la Investigación y la Docencia María Angustias Giménez (FIDMAG) con la financiación de las becas FIS del Instituto Carlos III.
Frente al debate sobre dónde se debían ubicar exactamente los electrodos en los pacientes, los médicos han decidido dividirlos en dos grupos y poner los electrodos en el núcleo accumbens, asociado al aumento de la dopamina (un neurotransmisor cuyo aumento provoca la esquizofrenia), o la zona cg25 prefrontal, que en estos pacientes se hallaba hiperactivada.
Se requiere un gasto de 60.000 euros por paciente para llevar a cabo las intervencionesPara que el número de casos sea representativo, se contará con cinco pacientes más —de los cuales uno será intervenido después de este verano—, aunque aseguran que la capacidad económica del centro sólo ha permitido estas ocho intervenciones (ya que se requiere un gasto de 60.000 euros por paciente).
El objetivo de este proyecto, ha explicado el director del Servicio de Psiquiatría de Sant Pau, el doctor Enric Álvarez, es ver la eficacia de la ECP en pacientes con esquizofrenia resistente, teniendo en cuenta que esta enfermedad altera los mismos circuitos cerebrales que se ven afectados en otras enfermedades neurológicas y psiquiátricas que se han beneficiado de este tratamiento.
Actualmente, la esquizofrenia afecta a 400.000 personas en España (a 4 millones entre Europa y EE UU) y no tiene cura, por lo que todos los tratamientos se centran en reducir lo máximo posible los síntomas para que tanto los pacientes como sus familiares no vean alterada su calidad de vida.
El Hospital de Sant Pau de Barcelona ha intervenido con éxito a una paciente con esquizofrenia mediante la estimulación cerebral profunda (ECP), que consiste en la colocación en el cerebro de dos electrodos que emiten leves descargas con las que han remitido el 35% de los síntomas.
La paciente, que reside en Girona, de la que no se ha revelado el nombre y que fue diagnosticada de esquizofrenia hace 20 años, presentaba "delirios y alucinaciones auditivas" y presentaba una "resistencia a los tratamientos", por lo que "se habían agotado todas las medidas terapéuticas", ha explicado hoy la médico adjunto del Servicio de Psiquiatría de Sant Pau, Iluminada Corripio.
La esquizofrenia afecta a 400.000 personas en España y no tiene curaLa intervención, que se llevó a cabo el pasado mes de diciembre de 2014, consistió en la implantación de dos electrodos en el cerebro que emiten una serie de leves descargas en lapsos de tiempo adecuados a cada paciente, similares a los que se colocan desde hace quince años en pacientes de Parkinson. Dos meses después de la intervención, los denominados 'síntomas positivos' —aquellos que son más llamativos, como los delirios y las alucinaciones— desaparecieron casi por completo y ahora el equipo médico se está centrando en disminuir 'los síntomas negativos', en su mayoría psicológicos, que conlleva la enfermedad, como el aislamiento del paciente y los hábitos de vida poco saludables, con el fin de normalizar su estilo de vida lo máximo posible. Desde diciembre, el equipo de Sant Pau ha intervenido a otros dos pacientes, de cuyo estado la responsable del Servicio de Psiquiatría del centro no ha querido ofrecer detalles, ya que considera que es demasiado pronto para evaluar su mejoría.
Estos tres casos forman parte del proyecto piloto para tratar la esquizofrenia refractaria (que se resiste a los tratamientos convencionales y se da en el 30% de los casos), que está realizando el grupo de investigación de Psiquiatría de Sant Pau y la Fundación para la Investigación y la Docencia María Angustias Giménez (FIDMAG) con la financiación de las becas FIS del Instituto Carlos III. Frente al debate sobre dónde se debían ubicar exactamente los electrodos en los pacientes, los médicos han decidido dividirlos en dos grupos y poner los electrodos en el núcleo accumbens, asociado al aumento de la dopamina (un neurotransmisor cuyo aumento provoca la esquizofrenia), o la zona cg25 prefrontal, que en estos pacientes se hallaba hiperactivada. Se requiere un gasto de 60.000 euros por paciente para llevar a cabo las intervencionesPara que el número de casos sea representativo, se contará con cinco pacientes más —de los cuales uno será intervenido después de este verano—, aunque aseguran que la capacidad económica del centro sólo ha permitido estas ocho intervenciones (ya que se requiere un gasto de 60.000 euros por paciente).
El objetivo de este proyecto, ha explicado el director del Servicio de Psiquiatría de Sant Pau, el doctor Enric Álvarez, es ver la eficacia de la ECP en pacientes con esquizofrenia resistente, teniendo en cuenta que esta enfermedad altera los mismos circuitos cerebrales que se ven afectados en otras enfermedades neurológicas y psiquiátricas que se han beneficiado de este tratamiento. Actualmente, la esquizofrenia afecta a 400.000 personas en España (a 4 millones entre Europa y EE UU) y no tiene cura, por lo que todos los tratamientos se centran en reducir lo máximo posible los síntomas para que tanto los pacientes como sus familiares no vean alterada su calidad de vida.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2502721/0/operan-exito/paciente-esquizofrenia/electrodos-cerebro/#xtor=AD-15&xts=467263
Una pionera cirugía consigue curar la depresión profunda con un marcapasos en el cerebro
Sheila Cook, una británica de 62 años, sufrió durante décadas una profunda depresión que derivó en tendencias suicidas y que le impedía alimentarse por sí misma o, simplemente, vestirse. Se vio obligada a dejar su trabajo y su marido, un físico investigador, tuvo que convertirse en su cuidador a tiempo completo.
Pero ahora Sheila está empezando a disfrutar de la vida de nuevo gracias a un tratamiento pionero que se centra en las redes neuronales implicadas en esta patología.
A la paciente, cuya enfermedad había dejado de responder a los tratamientos convencionales (como los antidepresivos e incluso alguna terapia de electroshock (TEC)) se le ofreció la posibilidad de probar una técnica de estimulación cerebral profunda (DBS) que actúa sobre dos partes diferentes del cerebro, gracias a la inserción de una serie de finos alambres en la cabeza que están conectados a un “marcapasos” del tamaño de una caja de cerillas, que se esconde bajo la piel para proporcionar una estimulación eléctrica constante.
Con esto se consigue inhibir o estimular los circuitos cerebrales que son demasiado activos o, por el contrario, demuestran baja actividad. Estos circuitos cerebrales son conocidos por estar involucrados en la regulación y el control de la emoción.
La técnica, ha sido desarrollada por la Universidad de Bristol, en conjunción con el hospital North Bristol NHS Trust, y la paciente venía de ser tratada con una denominada “Cingulotomía anterior”, que se llevó a cabo a principios de 2010 y consiste en un procedimiento quirúrgico mediante el cual se seccionan o queman ciertos circuitos cerebrales que son muy activos, para controlarlos desde el marcapasos insertado bajo la piel.
La depresión es una enfermedad que afecta a alrededor del 20% de las personas al menos una vez en su vida. Aproximadamente la mitad de las personas se recuperan dentro de los seis meses siguientes; pero alrededor del 10% de los pacientes siguen estando mal después de tres años. A partir de entonces, la proporción de personas que se curan como mucho son sólo uno de cada 10.
Estas terapias de psicocirugía, como la que ha curado a Sheila Cook, todavía no están ampliamente aceptadas por la comunidad médica, que lo ven un poco como un retorno a la vieja lobotomía pero disfrazada de neurociencia. Sin embargo, cirujanos del Massachusetts General Hospital (MGH) en EEUU aseguran que el 70% de los pacientes con depresión que se tratan con métodos de estimulación profunda combinado con cingulotomía se curan.
Un trabajo publicado en el British Journal of Psychiatry, en 1987, recuerda a muchos psiquiatras el papel que puede tener la psicocirugía en el tratamiento efectivo de pacientes. Se trataba del caso de un joven canadiense de 19 años con un trastorno obsesivo-compulsivo que le hacía lavarse las manos cada cinco minutos por temor a la contaminación. Una mañana decidió suicidarse y se disparó una bala del calibre 22 en la cabeza. El proyectil atravesó el cerebro, pero no le mató.
Por el contrario, cuando el suicida salió del hospital se dio cuenta de que se había curado. Terminó una carrera y ahora trabaja en su ciudad natal.
Fuentes:
http://noticieros.televisa.com/programas-aire-paola-rojas/2016-10-13/chip-cerebral-controla-depresion/
http://blogs.lainformacion.com/futuretech/2011/01/25/una-pionera-cirugia-consigue-curar-la-depresion-profunda-con-un-marcapasos-en-el-cerebro/
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