introduccion
Si
te dispones a leer esto es que sientes una cierta curiosidad por saber
qué se esconde tras los circuitos que hacen posible que tu ordenador sea
capaz de reproducir música e incluso grabar y procesar diferentes
pistas de sonido para crear música.
El componente que hay tras estas funciones dedicadas en exclusiva al procesado de los sonidos de tu ordenador es la tarjeta de sonido.
El componente que hay tras estas funciones dedicadas en exclusiva al procesado de los sonidos de tu ordenador es la tarjeta de sonido.
De la tarjeta de sonido de tu ordenador depende que la música que escuchas tenga más o menos calidad, o que la distribución del sonido envolvente de los juegos o películas sea preciso o un auténtico desastre.
Por lo general, salvo que seas un sibarita del sonido o te dediques a la producción de audio, la tarjeta de sonido será uno de los componentes más ignorados de los que forman tu PC. De hecho, es muy posible que mientras lees estas líneas te surja la duda sobre si tu ordenador tiene o no una tarjeta de sonido.
Tarjeta de sonido integrada en la placa base de tu PC
Hace
algunos años, la calidad de los chips y componentes que formaban la
tarjeta de sonido integrada en las placas base eran de una calidad
bastante cuestionable, cuando no un desastre absoluto por lo que, para
obtener una calidad de sonido medianamente decente era necesario
instalar una tarjeta de sonido dedicada. El equivalente en sonido a una
tarjeta gráfica.
Por suerte, los fabricantes tomaron conciencia de la necesidad de
ofrecer un sonido de calidad con los chips integrados en la tarjeta
gráfica y actualmente puedes encontrar placas base con tarjetas de
sonido integradas que montan los mismos elementos y chips de calidad que
puedes encontrar en muchas tarjetas de sonido dedicadas.
Por
lo tanto, el primer consejo antes de comprar una tarjeta de sonido para
tu PC es conocer las características y la calidad que te ofrece la
tarjeta de sonido integrada en la placa base de tu ordenador. Si ésta no
cumple con tus necesidades, es el momento de plantearte el comprar una
tarjeta de sonido dedicada.
Producción musical o multimedia
Antes de ponerte a buscar una tarjeta de sonido como si no hubiera un
mañana, conviene que tengas claro el uso que le vas a dar y qué esperas
obtener de ella, ya que dependiendo del uso necesitarás un tipo de
dispositivo, con unas características concretas.
Por ejemplo, no necesitarás una tarjeta de sonido de las mismas características para realizar producción musical, en la cual debes conectar instrumentos o micrófonos, que una destinada a la reproducción de archivos de audio, videojuegos o películas.
Ni los componentes serán los mismos, ni su precio. Por lo que, si no
quieres pagar más de la cuenta por una tarjeta de sonido, asegúrate de
que es la adecuada para el uso que va a tener.
Interfaz de audio o tarjeta de sonido
La principal diferencia entre los tipos de tarjeta de sonido que te
mencionábamos, es el tipo de conectores y la propia naturaleza de cada
dispositivo.
De forma que si lo que necesitas es una tarjeta de sonido para creación musical profesional o semiprofesional, que implique, por ejemplo, conectar instrumentos mediante puertos MIDI, micrófonos y mezclar varias pistas, lo ideal será utilizar una interfaz de sonido.
Este tipo de dispositivos cuentan con los conectores necesarios para
alimentar a los micrófonos de condensador adecuados para grabar las
voces, o para recoger el sonido de los instrumentos con la mayor calidad
posible, ya que los conectores son los idóneos para minimizar la
inclusión de ruido adicional en el sonido captado.
En cambio, si lo que necesitas es obtener la máxima calidad posible de
los archivos de audio, películas o videojuegos que reproduces en tu
ordenador, la mejor opción es una tarjeta de sonido, ya que ofrece mayor
compatibilidad en los conectores, así como filtros y certificaciones
adecuadas para procesar canales de sonido envolvente.
Tarjeta de sonido interna o externa
Una
vez has delimitado tus necesidades y, suponiendo que tu elección ha
sido una tarjeta de sonido para uso doméstico, y no una interfaz de
sonido con un uso más profesional, es el momento de decidir si la
tarjeta de sonido va a ser interna o externa.
Las tarjetas de sonido externas, al igual que las interfaces de sonido,
acostumbran a conectarse vía USB, que transmite la información del
sonido ya procesada al ordenador, mientras que las tarjetas de sonido
internas se conectan directamente a la placa base del ordenador y todas
las conexiones se realizan por la parte trasera.
A nivel de rendimiento, ambas pueden ofrecer los mismos valores de
calidad de sonido, pero las tarjetas de sonido externas ofrecen mayor
versatilidad a la hora de conectarlas a ordenadores portátiles o a
cualquier otro tipo de ordenador (All-in One, mini PC, etc.).
Interfaz PCI o PCI-e
Entre las opciones de conexión para tarjetas de sonido internas, las
más comunes son las que se conectan a los zócalos PCI o PCI-e de la
placa base.
Los modelos más nuevos y potentes acostumbran a optar por el conector PCI-e ya que permite una mayor tasa de transferencia de datos, por lo cual permite enviar y recibir un mayor flujo de datos procesados o que deben procesarse.
Por el contrario, las tarjetas de sonido más discretas o más antiguas, contarán con conexiones PCI.
Antes de optar por uno de estos formatos de conexión, asegúrate de
tener uno de estos conectores libres en la placa base de tu ordenador y
que son compatibles.
Conexiones y salidas de audio
El
tipo de conexiones y salidas de audio que incluya la tarjeta de sonido
es uno de los principales factores que debes tener en cuenta a la hora
de elegir la tarjeta de sonido adecuada para tu ordenador.
Por ejemplo, si tu sistema de altavoces es 7.1, la tarjeta de sonido
debe contar con el número de conexiones necesarias para ello, así como
conexiones del tipo RCA si son necesarias para conectar tus periféricos.
El
gran inconveniente de las tarjetas de sonido domesticas o multimedia,
es que sus conectores acostumbran a ser de tipo jack de 3,5mm, con lo
cual se corre el riesgo de introducir algo de ruido en la señal de
sonido. Aunque afortunadamente, los fabricantes ponen mucho empeño en
añadir baños de oro u otros materiales para mejorar la calidad de estas
conexiones.
Procesador de sonido y DAC
El
procesador de sonido o DSP (Digital Signal Processor) es, a nivel
interno, es otro factor a tener muy en cuenta, ya que de su potencia y
capacidad para procesar los datos y convertir señales analógicas en
digitales o viceversa, dependerá en gran medida la calidad del sonido.
Algo similar a lo que sucede con los procesadores gráficos en las
tarjetas gráficas.
Muchos de los actuales procesadores de sonido cuentan con tres o
cuatros núcleos que permiten la codificación en paralelo de diversas
líneas de procesado.
El procesado de la señal de sonido debe convertirse desde la señal
digital que utiliza el ordenador y los programas (unos y ceros, en
definitiva), a una señal analógica (ondas eléctricas) que pueden
reproducir los altavoces o auriculares para convertirla en sonido y
viceversa. De esa conversión se encarga precisamente el DAC (de las
siglas en inglés de Digital to Analogue Converter).
De la eficiencia y precisión de este chip dependerá la calidad del sonido resultante y su potencia.
Potencia de sonido
La potencia de sonido está directamente relacionada con la calidad del
DAC ya en este proceso puede utilizar una profundidad de bits de 16, 24 o
32 bits, pero también está relacionado con otro componente interno de
la tarjeta de sonido, el amplificador.
Este componente, como ya puedes intuir por su nombre, se encarga de
potenciar las señales convertidas para enviarla con la suficiente
potencia de sonido a los auriculares o altavoces.
Este valor se expresa en decibelios e indica la relación señal/ruido o
SNR (Signal to Noise Ratio), de forma que cuanto mayor sea el umbral de
decibelios, más potencia de sonido ofrecerá el amplificador de la
tarjeta de sonido.
Frecuencia de muestreo
Otro parámetro que encontrarás entre las especificaciones de la tarjeta
de sonido es la frecuencia de muestreo que está estrechamente
relacionada con el proceso de conversión de señal digital a analógica
del que hemos hablado antes.
Este parámetro está relacionado con la calidad de sonido que la tarjeta envía a los altavoces.
Este
parámetro se muestra en kilohercios (kHz) y expresa el número de ciclos
por segundo que puede leer el conversor para convertirlos en señales
eléctricas que se envían a los altavoces.
En los inicios de la era digital se estableció como estándar para los CD de audio una frecuencia de 44,1 kHz y 16 bits. Es decir, que un reproductor puede leer 44.100 muestras binarias de datos de 16 cifras para convertirlas en señales eléctricas para los altavoces o auriculares. Cuanto mayor sea esta frecuencia, más información podrá convertir en impulsos eléctricos y mayor riqueza de matices se reproducirán.
Actualmente el estándar de frecuencia de sonido se encuentra entre los
48 y los 96 kHz, lo cual ya garantiza un sonido de alta calidad,
suficiente incluso para los audiofilos con mayor sensibilidad auditiva.
No obstante, tal y como sucede con los megapíxeles en las cámaras
digitales, los fabricantes han aumentado las frecuencias de muestreo que
ofrecen las tarjetas de sonido actuales hasta los 192 kHz, sirviendo de
reclamo comercial sobre sus productos.
En realidad, ni los oídos más entrenados son capaces de discernir, en
términos de calidad, ninguna mejora entre los 96 y los 192 kHz, salvo
por el peso del archivo que se ha generado al codificarlo con estas
frecuencias.
Por lo tanto, al elegir una tarjeta de sonido, fíjate en que ofrezca una frecuencia de muestreo de 96 kHz, pero no pagues un sobreprecio por una que ofrece más, ya que probablemente nunca los apreciarás.
Por lo tanto, al elegir una tarjeta de sonido, fíjate en que ofrezca una frecuencia de muestreo de 96 kHz, pero no pagues un sobreprecio por una que ofrece más, ya que probablemente nunca los apreciarás.
Software y sistemas de sonido envolvente
Las
tarjetas de sonido también están muy vinculadas al software que permite
descifrar cierta información que procesa, añadiéndole filtros o
decodificadores que interpretan las señales que salen de la tarjeta de
sonido.
Este
software comúnmente está integrado en los controladores que instalarás
en tu ordenador y que se encargarán, por ejemplo, de interpretar la
señal de sonido para distribuir el sonido envolvente entre los distintos
altavoces de un sistema Dolby, THX o DTS, así como para aplicar
diferentes filtros que pueden reducir la presencia de ruido o
distorsiones o ecualizar el sonido.
Potenciómetro y conectores externos
Algunas
tarjetas de sonido incluyen mandos remotos con potenciómetros y
conectores externos, para facilitar al usuario el control del volumen de
salida del sonido o facilitar la conexión de altavoces o micrófonos a
la tarjeta de sonido.
Estos accesorios se conectan a las salidas de sonido de las tarjetas y
hacen más sencillo el acceso a las conexiones, pero su uso puede
perjudicar a la calidad de sonido ya que con cada conexión que se añada
al circuito se corre el riesgo de perder calidad.
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