La
mayoría de la gente ha tenido la experiencia fastidiosa, pero muy real,
de comenzar a leer un libro muy bueno, irse por otro lado o distraerse,
y dejarlo abandonado demasiado tiempo, haciendo demasiado difícil
recuperar el entusiasmo para volver a leerlo. Perder la página donde te
quedaste o, con el tiempo, perder el entusiasmo de leer un libro es una
experiencia común, pero no imposible de superar.
Aquí aprenderás cómo puedes combatir la pérdida del entusiasmo para
volver a leer un libro y finalmente llegar hasta el último capítulo
PASO NUMERO 1.
Usa un separador para no perder la página donde te quedaste. Doblar
las esquinas de las hojas, deslizar las solapas de la cubierta o guardar
el libro al revés, abierto en esa página, son algunas formas de
perderte en la lectura, lo cual hará que volver a adentrarte en el libro
parezca demasiado difícil. Si usas un separador de libros, no solo
estarás seguro de la página del libro en la que te quedaste, sino que
también te servirá como un mecanismo mental, pues te mostrará que ya has
llegado a esa parte de la lectura, así que ¿por qué no continuar?.
PASO NUMERO 2
Lee ciertas páginas varias veces si no las entiendes completamente.
No hay nada malo en hacerlo, pues demuestra dedicación, no torpeza. De
hecho, Benjamín Franklin aprendió por su cuenta a mejorar su comprensión
y su estructura en redacción reorganizando los artículos que leía en el
Spectator cuando no los entendía. Solía desordenar los escritos y
revisar los fragmentos algunas semanas después para recrearlos.
Las distracciones, tales como el hecho de tener demasiados
pensamientos dando vueltas en tu cabeza, el ruido a tu alrededor, la
gente que te pide muchas cosas y la sensación de estar mal, pueden
complicar la comprensión lectora. Encuentra momentos de tranquilidad y
sin distracciones para captar la información de una mejor manera.
PASO NUMERO 3
No leas material importante a altas horas de la noche. Sin importar
qué tan despierto te sientas, tu cerebro está más activo a primeras
horas de la mañana o durante el resto de la mañana. Temprano por la
noche y las horas no tan altas de la noche sí serían un momento más
adecuado para la lectura en general. Si tienes que leer información más
técnica para tus estudios o para tu trabajo, trata de dejar los
elementos más complicados para la mañana, cuando estás más descansado, y
los aspectos más sencillos o los repasos para las noches. Bien podría
valer la pena levantarse más temprano.
Trata de programar una hora específica cada día para volver al
libro. Si no es posible, programa horarios específicos por semana. Lee
por lo menos un capítulo a la vez, separándolo en partes más digeribles y
terminando en partes finales lógicas.
PASO NUMERO 4
Busca un lugar tranquilo para leer. Asegúrate de no tener demasiadas
distracciones cerca, como el sonido de la televisión, la radio u otros
miembros de la familia realizando sus quehaceres diarios. Si tienes un
rincón favorito en particular o una silla, conviértelos en tu "rincón de
lectura".
PASO NUMERO 5
Toma notas a medida que avanzas. Si tienes mala memoria o no quieres
perder la ilación del material que lees, toma notas simples en un
cuaderno después de cada capítulo o después de cada tema que has leído.
Revísalas con frecuencia.
Si se trata de tu propio libro y no te importa escribir en él, anota
con un lápiz de grafito en los márgenes, usando de palabras claves o
símbolos que te ayuden a recordar la información de forma rápida cuando
sea necesario. Un libro con buenas anotaciones es un tesoro para su
dueño.
PASO NUMERO 6
Involúcrate con el libro. Imagínate en las situaciones descritas,
ponte en los zapatos de los personajes. Si se trata de un libro
científico o técnico, ¿qué puedes hacer para demostrarte que la
información es correcta? ¿Qué experimentos podrías hacer? Usa tu
creatividad para mantener tu interés en la lectura. Para otras lecturas
que no se traten de ficción, piensa en cómo las cosas que aprendes te
sirven en tu vida diaria. Incluso puedes imaginarte tratando de ayudar
al personaje.
PASO NUMERO 7
Perdónate por descuidar el libro. Dejar de lado un libro sin
terminar por considerar que es "una molestia" o que "no vale la pena el
esfuerzo" porque no leerlo te hace sentir culpable o porque odiarías
empezar de nuevo, es un problema común. Sin embargo, al perdonarte por
no ser constante con la lectura y volver a leer partes del libro que ya
habías leído sin preocuparte demasiado de volver a lo mismo, podrías
superar los sentimientos de que no vale la pena el esfuerzo y podrías
descubrir nuevas perspectivas tras regresar al libro. No hay nada tan
encantador como darte cuenta de que estás contento por haber perseverado
con el libro sin terminar y descubrir algunas PERSPECTIVAS nuevas en tu
mundo y en tu vida.
CONSEJOS
Sé perseverante. Aprender a amar la lectura y llegar al final de un
libro no es algo innato; sin embargo, es un hábito que se puede cultivar
a través de la práctica.
La mejor manera de asegurarte de empezar y terminar un libro es
hacerte tres preguntas: ¿Por qué me compré este libro? ¿Acaso no tengo
tiempo para leer porque soy perezoso? ¿Por qué gasté dinero en un libro
que no voy a terminar de leer? Hacerte estas preguntas a menudo te da la
motivación que necesitas.
Reconoce que leer un libro por placer es diferente a leer un libro
para captar información. Si bien ambos tipos de lectura pueden ser
divertidos, no son iguales. No te desanimes si eres bueno para un tipo
de lectura, pero no para el otro
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