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ACLARACION: ESTE POST NO ES UNA CRITICA NI APOLOGÍA DE NINGUNA COSA; ES SIMPLEMENTE LA DESCRIPCIÓN DE UN POSTURA ECONÓMICA
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La economía nazi bien explicada

La economía nacionalsocialista no siguió doctrina alguna, su único objeto era aumentar la productividad al servicio de la sociedad, pues cualquier sistema económico que fuese adoptado, independientemente de su origen o de sus dogmas teóricos, era valorado de acuerdo a sus resultados en la práctica. Los resultados fueron muy buenos: El “milagro económico” alemán de los años 30, consiguió aumentar el PIB en un 50% y atajar el desempleo en un periodo de cinco años dado que Alemania pasó de 6 millones de desempleados en 1932 (43,8% de tasa de paro) a menos de 800.000 parados (12%) en 1936. El economista alemán Gottfried Feder, fue el padre de la economía nacionalsocialista. Se resume en tres puntos básicos:
-Abolición del interés del dinero.
-Sustitución del patrón-oro/dolar por el patrón-trabajo (también llamado patrón-riqueza).
-El bien de la comunidad debe estar antes que el bien personal (Gemeinnutz geht vor Eigennutz)
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Economia

Abolición del interés del dinero

La tesis del préstamo a interés, afirma Gottfried Feder, es "el invento diabólico del supracapitalismo".
"Sólo ella posibilita la indolente vida de zángano de una minoría de poderosos del dinero, a costa de los pueblos creadores y de su capacidad de trabajo; es ella quien ha llevado a la sociedad a vivir contrastes abismales. El quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero significa la restauración de la libre personalidad, la salvación del hombre de la esclavización. El capital prestamista es tan infinitamente superior frente a todo gran capital industrial (dedicado a producción), que las grandes potencias del dinero sólo pueden ser enfrentadas eficientemente mediante el quebrantamiento de la servidumbre del interés del capital prestamista."
Cuando Hitler afianzó el poder, y coincidiendo totalmente con Feder, rechazó que Alemania pidiera préstamos de extranjeros y le prohibió que continuara por ese camino. No quería que Alemania viviera de prestado; "los préstamos ataban al país; le coartaban su soberanía".

"Los créditos, además de que significan una carga de intereses, implican depender políticamente de fuerzas extrañas a la nación. Los intereses devoran la capacidad de ahorro de un pueblo"


Nacional Socialismo

Sustitución del "patrón-oro" por el "patrón-trabajo"

En el capitalismo financiero plutocrático, el capital produce la riqueza, pero en la economía del Tercer Reich, es el trabajo el medio que la produce. Es el trabajo y no el oro, lo que tiene verdadero valor para un país; la mano de obra que transforma las materias primas en productos, los bienes y servicios, la inteligencia de los inventores, ingenieros, técnicos, etc. y en suma cada miembro de la nación que tenga la capacidad de crear algo en beneficio del pueblo.

En los países capitalistas, si no había dinero, todo el trabajo se paralizaba. Por ejemplo, la crisis del 29 se generó porque los capitalistas de Wall Street cerraron el grifo del crédito y luego crearon un gran pánico especulativo. En el capitalismo, si el dinero escasea, da igual que haya obreros cualificados o fábricas en perfecto estado de funcionamiento: la economía no funciona. Esto subordina la economía a la política monetaria y financiera, es decir, a los que controlan el grifo del crédito: bancos centrales y privados, los verdaderos propietarios de la moneda. Sólo cuando los bancos quieren, empieza a fluir el capital y éste reactiva la economía

En los paises marxistas teorizaban que los factores productivos eran "tierra" (recursos, materias primas, medios de producción), "trabajo" (trabajadores de la cualificación necesaria, obras que necesitan hacerse) y "capital" (dinero). Según esta filosofía, aunque haya tierra y trabajo, si no hay dinero, los trabajadores se quedan en paro y las obras se quedan sin hacerse, o los productos sin distribuir, etc. Esto tiene consecuencias negativas pues condiciona el funcionamiento de la economía a la disponibilidad de dinero, que a su vez depende de los únicos que, hoy en día, están capacitados para crear dinero: los bancos usureros. Si el banco usurero se niega a soltar dinero, o decide mandarlo a otro país, la economía del país se hunde.

En la economía nacionalsocialista era al contrario. Las fábricas siguen funcionando, los obreros siguen trabajando y a fin de mes son retribuidos económicamente con el único fin de facilitarles que puedan intercambiar el sudor de su frente y la riqueza creada por otros bienes y servicios producidos por compatriotas suyos. En el primer caso, son los banqueros y los mercados los que controlan la emisión de moneda. En el segundo caso, son los trabajadores y el Estado los que controlan la emisión de moneda. El dinero se genera dependiendo de cuánto se produce en trabajo.
Los beneficios producidos por las obras públicas costean su propia construcción. Por ende, las obras se pagan a sí mismas, y cada vez que se hace una obra, simplemente se crea dinero para pagar a los trabajadores y así aumenta la masa monetaria conforme al valor real de la obra. De este modo, el asunto de los impuestos sufriría una revolución total en un sistema económico nacionalsocialista: los impuestos podrían bajar muchísimo y hasta suprimirse del todo, lo cual era el objetivo final de los nacionalsocialistas

Alemania no pedía prestado el dinero, lo creaba ella misma a partir de trabajo productivo realizado. Si el Estado crea dinero para pagar a un trabajador que produce algo, el aumento de la masa monetaria no tiene por qué repercutir en un aumento de la inflación ya que también se han aumentado en la misma medida los bienes disponibles por lo producido por este. Mientras el dinero esté respaldado por un activo tangible, no hay inflación.

Nazi

El bien común antes que el propio

Alemania durante el Tercer Reich era socialista por lo que se debe entender realmente por ese término: "el beneficio de la colectividad está por encima del interés particular", "el bienestar del Pueblo es más importante que las ambiciones materialistas de unos cuantos". El Estado debe ser como una gran tribu. Quien no sabe vivir en tribu (y en una tribu el individuo tampoco es nada), no sabrá vivir en Estado, y ni siquiera comprenderá el mismo concepto del Estado.
Así, en uno de sus discursos, Hitler proclamó que "somos socialistas, somos enemigos del actual sistema económico capitalista"; pero fue claro en destacar que ese socialismo "no tenía nada que ver con el marxismo", ya que "el marxismo está en contra de la propiedad; el verdadero socialismo no".
Macri

Un Futuro sin impuestos

La concepción financiera del nacionalsocialismo en este respecto es muy interesante. Bastaría, de momento, enumerar los puntos salientes de la orientación para que quedase justificada la curiosidad que, lógicamente, despierta. Los impuestos se admiten sólo para cubrir los gastos improductivos (gastos de administración, de defensa, etc.); la presión tributaria ha de ser regulada conforme a la capacidad económica; las deudas interiores sufrirán la anulación legal, teniendo en cuenta los intereses devengados y pagados. Y si el Estado se libra de deudas y suprime el interés del dinero, puede prescindir de impuestos, ya que en realidad lo que se ingresa hoy queda absorbido por el servicio de la Deuda.
Feder dice en su explicación del programa nacionalsocialista que el Estado sin impuestos no es una utopía y que puede demostrarse numéricamente su posibilidad.

Kukas

Criticas

Ningún análisis económico "serio" habla objetivamente del nacionalsocialismo ni de su economía. La escuela austríaca se obsesiona con relacionarlos con el comunismo y los marxistas se obsesionan con que "se trataba de un instrumento de la burguesía y del capitalismo".
Los alcances de la economía nacionalsocialista fueron tan considerables y se dieron en tan corto tiempo, que sus adversarios (Fondo Monetario Internacional, Bancos, Multinacionales, etc.) han considerado indispensable ocultar del todo en qué consistía. Se le ha colocado encima una lápida y no se enseña a los universitarios ni a los alumnos de las escuelas de economía.
De hecho una de las causas de la Segunda Guerra Mundial fue precisamente el deseo de destruir dicha economía que rivalizaba con los postulados capitalistas defendidos por los aliados occidentales, y los cuales terminarían por imponerse rigiendo el mundo actualmente.

Los grandes banqueros se alarmaron con los éxitos de la política financiera de la Alemania de Hitler, de la misma manera que varias generaciones atrás sus familias se asustaron de los éxitos de la natural economía de Lincoln y de Napoleón. Lo que hubiera sido un laudable progreso para Alemania y otros paises tomando ejemplo de ella fue, en realidad, la principal causa de la Segunda Guerra Mundial. La lucha entre políticas monetarias rivales era inevitable.

Carnelius Carl Veith, Citadel of Chaos.



Marriner Eccles, del Federal Reserve Board, y Montague Norman, presidente del Banco de Inglaterra, llegaron a un acuerdo, en 1935, sobre la política a emplear para aplastar, por todos los medios, incluyendo la guerra, si fuese necesario, los experimentos financieros de Hitler.


The Word de Glasgow, 3-8-1949.


El crimen imperdonable de Alemania antes de la II Guerra Mundial fue su intento de extricar su poder económico del sistema de comercio mundial y crear su propio mecanismo de cambio, que le negaría beneficios a la finanza mundial.


Winston Churchill, Memorias.


Las dos principales causas de la II Guerra Mundial fueron: Primero. El éxito del sistema alemán de trueque. Segundo. La determinación hitleriana de no aceptar préstamos extranjeros. Su declaración de que los negocios de Alemania serían llevados a cabo de la misma manera que los de un honrado comerciante causó verdadero pánico en los círculos financieros.


Francis Neilson, The Churchill Legend.


No vamos a permitir que ese fulano, Hitler, se salga con la suya. Su política monetaria es un peligro para todos.

Bernard M. Baruch, durante un homenaje a George C. Marshall en 1938, citado por Francis Neilson, The Tragedy of Europe.

Debemos mantener bajos nuestros precios, aún perdiendo dinero, pues así obtendremos a los clientes de las naciones no beligerantes. Será la única manera de destruir el sistema alemán de trueque.


Bernard M. Baruch a Roosevelt, New York Times, 14-9-1939.


Alemania emitió dinero libre de deudas y sin intereses a partir de 1935, lo que representó el sorprendente ascenso de Alemania de la depresión a una potencia mundial en cinco años. El gobierno alemán financió la totalidad de sus operaciones de 1935 a 1945 sin oro y sin deuda. Todo el mundo capitalista y comunista se movilizó para destruir a la revolución alemana, y poner de nuevo a Europa bajo la bota de los banqueros.


Sheldon Emry, Billones para los banqueros, deudas para las personas (1984).








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